6 de julio de 2022
El estrés se manifiesta al causar una serie de malestares que desequilibran a nivel físico y emocional, que muchas veces afectan de manera permanente. Indicadores más comunes para que aprendas a identificar el estrés: La depresión y el abatimiento en general. Sentirse melancólico en lapsos cortos o crónicos. Contracturas y Tensiones. Suelen caracterizarse por ser dolorosas y aparecer en áreas del cuello, hombros y espalda. Ansiedad y Angustia. Sentimiento de pérdida, el temor a lo desconocido. La ansiedad suele manifestarse con dolores de cabeza, opresión en el pecho, así como molestias gástricas. La angustia se acompaña de falta de serenidad, no hay manera de relajarse, hay miedo a morir o volverse loco. Sin embargo, varía de una persona a otra. Nerviosismo o alteraciones del carácter. El estrés causa emociones negativas tales como impaciencia, frustración, ira. Deterioro del sistema inmune o complicación de enfermedades crónicas. Cuando una persona no se puede recuperar de alguna enfermedad leve como catarro, tos, etc. o bien, cuando no hay manera de controlar una enfermedad crónica causando complicaciones severas. Trastornos digestivos. Enfermedades como la gastritis, colitis, diarrea, reflujo o úlceras gástricas. Trastornos de sueño. Cuando no es posible conciliar el sueño, existe una sensación de cansancio crónico e insomnio. Ahora que conoces estos indicadores, lo mejor es hacer una auto-reflexión, identificar en qué hace que el cuerpo se vuelva vulnerable al estrés y tratar de modificar dicha conducta.